Es una prueba que determina la uniformidad del concreto en sitio mediante el resultado arrojado por el número de rebote, para delinear zonas o regiones (áreas) de pobre calidad o de concreto deteriorado en estructuras, y para indicar cambios con el tiempo de las características del concreto tales como las causadas por la hidratación del cemento. Gracias a este ensayo se puede obtener una medida rápida de la dureza superficial de concreto e incluso mediante correlaciones establecidas estadísticamente, se puede determinar de manera aproximada la resistencia a la compresión del concreto.